Autor: Dr. José Zamorano. Médico de Familia. Jefe de Departamento de Modelo de Salud Familiar. Dirección de Atención Primaria. Servicio de Salud Metropolitano Occidente.
En ciclo de entrevistas y publicaciones organizado por el coordinador del comité Persona Mayor de SOCHIMEF, Dr. Andrés Glasinovic, el integrante de esta instancia, Dr. José Zamorano, responde sobre su experiencia.
La Estrategia de Cuidados Centrados en la Persona tiene en su base conceptual el modelo de gestión sanitaria “Pirámide de Kaiser Permanente”, la cual promueve un modelo de atención con enfoque de salud poblacional, sugiere instancias de atención integrales e invita a la elaboración de estrategias innovadoras vinculadas a la gestión de enfermedades.
La siguiente reflexión tiene como objetivo visualizar el rol de gestión del especialista en Atención Primaria en la coordinación de las atenciones en salud, enmarcadas en la Estrategia de Cuidados Integrales Centrados en la Persona (ECICEP) enfatizando en este caso el enfoque en las personas mayores.
Para asegurar la implementación de esta estrategia en el caso de las Personas Mayores se hace necesario mencionar una particularidad de este modelo: la omisión de un enfoque geriátrico de la clasificación del riesgo. Dentro de las 52 problemas de salud actualmente mencionados en las orientaciones de salud ministeriales, no se considera la totalidad de los síndromes geriátricos ni otras categorías que objetiven la funcionalidad de las personas, elementos que sin duda influyen en la autonomía de las personas, dificultades que se ven exacerbadas en la medida que se les atribuya la responsabilidad individual a estas para la gestión de agendamiento de las prestaciones de salud indicada.
En el contexto de organización actual de los establecimientos de Atención Primaria, la situación de las personas mayores con alto riesgo o G3, las cuales presentan 5 o más problemas de salud diagnosticados, deben acudir a los establecimientos a control por profesional medico entre 1 a 4 veces en un año y entre 1 a 3 veces con otros profesionales de salud según corresponda, considerando este dato en un caso “compensado” desde el punto de vista de sus condiciones crónicas, sin considerar las ocasiones en que acuden para solicitar agendamiento de sus citas y retiro de fármacos, lo que en sumatoria eleva la cantidad de visitas a los establecimientos.
Frente a esta situación, para implementar la estrategia centrada en la persona, debemos asegurar la gestión de agenda de las prestaciones de salud que correspondan dentro de la gestión de los planes de cuidado individualizados, así como garantizar eventos recordatorios por parte de profesionales que realicen seguimiento, con el fin de brindar y asegurar la oportunidad de la atención.
Si bien el Modelo de Atención Integral de Salud Familiar (MAIS) promueve transitar desde un enfoque de salud paternalista hacia un rol participativo donde la persona sea miembro activo del cuidado de su salud, debemos asegurar al menos la continuidad con el equipo de salud en el proceso salud-enfermedad, garantizando que la población de mayor riesgo en este escenario, tenga acceso oportuno a las prestaciones establ6ecidas por normas ministeriales y así consolidar vínculos estables los cuales potencien la adherencia, automanejo, automonitoreo y un seguimiento activo por parte del equipo de salud; estrategias que deben ser parte de las acciones a incorporar en los planes de cuidado integral.
Se debe tener presente que para asegurar buenos resultados en salud de esta población, las responsabilidades no solo deben ser del individuo sino que también de parte del equipo de salud a cargo. Por lo cual, surgen desafíos y oportunidades para robustecer el rol del médico de familia en APS, así como también para fortalecer la implementación del Modelo de Salud Familiar y Estrategia ECICEP, por medio de acciones como el designar un número determinado e identificado de familias con integrantes caracterizados de alto riesgo o G3 a su médico de familia de cabecera, el cual se diferencia por contar con mayores herramientas para manejar casos de alta complejidad. Así como también, asegurar la continuidad de atención con el mismo tratante, debido a la baja movilidad de estos profesionales en un contexto de alta rotación de personal de médico en la APS.