Por Andrea del Pilar Gómez López
Philippa Moore, Médica de Familia y socia honoraria, es una de las fundadoras de nuestra Sociedad Chilena de Medicina Familiar, que nació en 1991.
De nacionalidad británica, llegó a Chile “por amor”, como ella misma confiesa. Antes, cursó sus estudios en Bachelor of Arts, New Hall University of Cambridge. Además, se licenció en Medicina y en Cirugía (MBBS), en el King’s College Hospital Medical School, Londres, Inglaterra, y realizó su formación en Medicina Familiar en Londres, siendo Miembro del Royal College of General Practitioners. Ya en nuestro país, revalidó sus estudios de Médico Cirujano en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Entonces comenzó su trayectoria en nuestro país, siendo una opción atrevida a su juicio, comparada con la realidad de su natal Reino Unido, donde esta especialización fue algo natural viniendo de una familia de médicos familiares, porque tanto su padre como su bisabuelo lo fueron.
Las principales líneas de su interés han sido la Medicina Basada en Evidencia, Métodos experienciales en docencia de Comunicación en Salud, además de Docencia en Atención Primaria y Medicina Familiar.
La Dra. Moore es líder en el desarrollo de la docencia en habilidades comunicacionales para los profesionales de salud en pregrado, post grado y en extensión. Introdujo la atención centrada en el paciente a numerosos académicos a través de su curso sobre Comunicación y docencia en el Diplomado de Educación Médica, dictado en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Ello explica su relevante rol en la docencia en Atención Primaria y en Medicina Familiar en diferentes instancias a largo de Chile y América Latina. Una de ellas, dentro de la Jefatura del Internado Medicina Familiar en la Facultad de Medicina PUC, institución donde aún ejerce como profesora titular.
La motivación en el desarrollo en su carrera académica, probablemente se explique en la razón para escoger la Medicina de Familia. “Me impresiona siempre el poder de la relación médico- paciente de sanar, acompañar, hacer al otro sentir mejor. Luego ayudé a introducir Medicina basada en evidencia a Chile, y en el camino me interesaba explicarla a los pacientes, para lo cual es fundamental desarrollar las habilidades comunicacionales del médico. Entonces, el empezar a enseñar comunicación médica, que es tan diferente a enseñar temas clínicos, el poder de la relación docente-estudiante me impactó, así como la potencia que hay en el aprendizaje experiencial”.
Ese recorrido la llevó a estudiar educación para adultos y “también experimentar con los pacientes simulados”, señala. Agrega que grandes personas han sido influyentes e inspirado en este camino, como la profesora en comunicación Suzanne Kurtz; Jane Vella, quien sentó las bases del método de Educación Participativa de Adultos y; David Sackett, pionero de la Medicina basada en la evidencia. En Chile, uno de nuestros también socios honorarios, el Doctor Joaquín Montero, creador del programa de Salud Familiar que dio origen al Departamento de Medicina Familiar PUC. Además de la psicóloga Gricelda Gomez, docente en Comunicación Centrada en la Persona y, la actriz Alejandra Rubio, con quien formaron la Unidad de Pacientes Entrenados de la Escuela de Medicina UC, en 1995, siendo las primeras en sistematizar este trabajo en el país.
Como parte del extenso reconocimiento a su labor y dedicación, en 2010, la Doctora Moore fue galardonada en el Concurso de Proyectos de Docencia por la Presentación “Uso de métodos innovadores en la docencia integrada de habilidades clínicas y comunicacionales”. En 2013, fue merecedora del Premio a la trayectoria de la especialidad otorgado por la Sociedad de Medicina Familiar de Chile. En 2018, el National Institute for Health Research de Reino Unido, le otorgó el Premio al Incentivo.