Por Bárbara Morales M.
Hace poco más de un mes, equipos de APS del Servicio de Salud del Reloncaví fueron capacitados para utilizar un nuevo sistema de registro de información de sus pacientes. “Ya desde el momento que llegaron a enseñarnos cómo usar esta nueva plataforma nos fuimos dando cuenta de sus deficiencias. Por ejemplo, vimos que tiene muchas más ventanas y pasos previos que llenar, lo que enlentece mucho el proceso de atención. También hay acciones que aparentemente no quedan bien guardadas, y no sé si se emitió bien una interconsulta porque después no se puede volver a abrir si es que la quisiera revisar,” explica la Dra. Gladys Caro, médica de familia quien trabaja en el CESFAM Angelmó de Puerto Montt.
Esta nueva ficha clínica se llama Titán y vino a reemplazar al sistema Rayén tras una licitación adjudicada por “Sistema Expertos”. Se puso en marcha con la intención de coordinar la atención primaria con la secundaria, es decir que la información de cualquier prestación como una consulta o algún examen que se podría haber realizado un paciente en el Hospital pueda ser revisado directamente por los equipos de salud que trabajan en su CESFAM, y viceversa.
Según la Dra. Caro, la finalidad de coordinar los registros de los distintos niveles de atención tiene un aspecto positivo. “La implementación tiene una buena intención: extender la ficha del hospital hacia la atención primaria. Sin embargo, somos los únicos que estaríamos coordinados con los hospitales y nos dejó aislados del resto de la atención primaria de salud del país.”
Pero más grave aún, quienes trabajan directamente con la comunidad notaron que no pueden acceder a información previa de sus pacientes y detectaron cierta inconsistencia en los registros. “Antecedentes de los pacientes en Rayén se perdieron, no se guardó todo, solo la información de los últimos dos años. También se produjo un cruce de datos, fármacos que no usaba un paciente ahora aparecen como que los estaba tomando y ahora no tengo claridad para indicar medicamentos y eso es muy preocupante,” puntualiza la Dra. Caro.
Lo mismo visualizó el Dr. Jorge López en el CESFAM Alerce de Puerto Montt donde se desempeña como Médico de Familia: “Titán cuenta con un acceso limitado a Rayén, brindando información parcial de atenciones y prescripciones, sin registros del último mes y medio, y múltiples casos de prescripciones previas desaparecidas”, agrega.
Para la Sociedad Chilena de Medicina Familiar esto es una debilidad que se debe mejorar. Las fichas clínicas deben estar basadas en fuentes de información confiables que permitan el traspaso eficaz de los registros, para que los equipos de salud puedan tomar decisiones clínicas correctas. Para esto es fundamental que exista la interoperabilidad entre los distintos sistemas de registro, independiente de las empresas proveedoras de este servicio electrónico.
El Dr. López explica al respecto que la idea de contar con un solo sistema que pueda operar en todos los niveles, es decir tanto en hospitales como CESFAM, es poco viable. “Las realidades y necesidades de los niveles de atención son muy diferentes, como estamos viendo hoy. Especialmente cuando quienes la ejecutan no tienen real conocimiento de las distintas complejidades de cada realidad local.”
“Distintos expertos han abandonado la idea de una ficha única y proponen más bien la interoperabilidad de los sistemas de registro, que permitan el flujo de información de los usuarios entre los distintos niveles. Ello no requiere una única ficha y permite que los equipos de salud puedan contar con una solución adecuada a sus necesidades,” puntualizó el Dr. López.
La Sociedad Chilena de Medicina Familiar, SOCHIMEF, propone una mirada general de ficha clínica para el sistema de salud como un todo, que no ponga en riesgo la información clínica de las personas, resguardando la privacidad, la confiabilidad y la seguridad de los datos de la población a cargo de los Centros de Salud.
“Como Sociedad Chilena de Medicina Familiar, nos ponemos a disposición para desarrollar un registro clínico electrónico nacional que nos permita mejorar el sistema de salud como un todo. No debe ser el proveedor, cualquiera que éste sea, el que defina la calidad de la ficha clínica; debe ser el usuario, tanto interno como externo,” finaliza su Presidenta Dra. Carolina González.