Dra. Victoria Henríquez socia SOCHIMEF habla sobre temática de demencia y Alzheimer en “El Austral El Diario de la Araucanía” 

Olvidar información recientemente aprendida, fechas o eventos importantes, o bien, pedir la misma información repetidas veces, no es algo normal o propio del envejecimiento como es la creencia popular.

Si bien, la edad es el principal factor de riesgo no modificable de la Enfermerdad de Alzheimer (EA), eso no significa que todas las personas a medida que envejecen, van a desarrollar alguna forma de demencia, por tanto es necesario dejar de considerarlo “normal”, ya que ello provoca un retraso en el diagnóstico, que en definitiva, dificulta su manejo.

Así lo explica la doctora Victoria Henríquez, médico de familia y especialista en el área, quien señala que “efectivamente existe un subdiagnóstico porque la mayoría de las demencias se diagnostica en una etapa severa y las etapas leves, que es donde más se debería trabajar, no se diagnostica”, dice la profesional, agregando que la existencia de menos diagnósticos de los que deberían haber se relaciona con que “muchas veces se asume como normal el que la persona mayor vaya perdiendo capacidades y, eso no es así, porque no corresponde a un envejecimiento saludable”.

A su juicio el gran problema en la actualidad es precisamente este subdiagnóstico de las demencias, de las cuales el Alzheimer es la enfermedad más común en la población general, correspondiendo al 70% de los casos, donde la Región de La Araucanía no es la excepción. “La prevalencia general es un 1,6%; en las personas mayores de 60 años, sube a alrededor del 7% y la prevalencia en los mayores de 85 años, es de 36%, es decir a mayor edad es mayor la prevalencia de las demencias en general”, explica la especialista, quien junto a un equipo multidisciplinario se desempeña como médico tratante en el Centro Kimünche, dispositivo orientado exclusivamente al tratamiento de la demencia, ubicado en el sector Santa Rosa de Temuco (Ver Recuadro).

Cabe destacar que como iniciativa de la Subsecretaría de Salud Pública, en el año 2017 nace el Plan Nacional de Alzheimer y Otras Demencias con el objetivo de dar respuesta a las nuevas necesidades que existen en torno a la demencia y al envejecimiento, entregando respuestas y soluciones para un cuidado eficiente y eficaz, que involucre no sólo a las personas que viven con demencia, sino también a sus cuidadores y entorno próximo.

De acuerdo a la Organización Panamericana de Salud, actualmente la demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores. En todo el mundo, más de 55 millones de personas viven con demencia, lo que supone un costo anual de $1 billón de dólares, siendo el Alzheimer la forma más común de este tipo de patologías.

CIFRAS
Se estima que actualmente en Chile, el 1,06% de la población total del país presenta algún tipo de demencia, lo que se traduce en más de 200 mil personas, cifra que se incrementará a más de 600 mil en el año 2050, según los reportes del Ministerio de Salud.

A nivel regional, no hay datos epidemiológicos desagregados por las distintas patologías de salud mental, según fue informado desde la Seremi de Salud de La Araucanía, existiendo sin embargo a nivel de la provincia de Cautín, un total de 334 personas ingresadas al sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES) para el tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer y otras demencias, actualmente la patología No 85 del Plan.

El Minsal define a las demencias como “síndromes crónicos y progresivos caracterizados por el deterioro de las capacidades cognitivas. Dicho deterioro suele ir acompañado, y en ocasiones precedido, por deterioro del control emocional y conductual, interfiriendo en las actividades de la vida diaria y provocando pérdida de la independencia y la autonomía”.

De acuerdo a lo manifestado por el director del Servicio de Salud Araucanía Sur (SSAS), Vladimir Yáñez, “entre enero y junio del presente año han ingresado 334 usuarios al GES N° 85 que dice relación con enfermedad de Alzheimer y otras demencias. En ese sentido y en base al monitoreo local, el Servicio presenta 62 casos activos ala fecha, de los cuales sólo 4 se encuentran con garantías de oportunidad retrasada, pero que están en gestión en su respectivo establecimiento”, dijo el directivo, añadiendo que “debemos ser enfáticos en señalar que al día de hoy como red asistencial contamos con la capacidad de dar respuesta a este problema de salud”.

Sin duda, se trata de un problema GES emergente considerando el envejecimiento poblacional, que se espera que progresivamente vaya en aumento. “Como la pirámide poblacional de nuestro país está envejeciendo es esperable que aumenten los casos de personas que puedan desarrollar una demencia porque ahora es mucho más probable que más personas lleguen a una edad mayor a 65 y mayor a 80 años”, destaca la doctora Henríquez, quien sostiene que, probablemente, debido a los esfuerzos por visibilizar la problemática, se logre en adelante efectuar diagnósticos más precoces.

Cabe destacar que, según datos del Senama, la Región de La Araucanía tiene una población de 165.659 adultos mayores, lo que representa alrededor del 16,7% del total de habitantes, lo que puede redundar en un progresivo avance de este tipo de patologías.

PREVENCIÓN: LA HERRAMIENTA
Si bien existen fármacos incorporados en el GES que se entregan desde el nivel secundado de atención cumpliendo ciertos criterios, sólo cerca de un tercio de las personas que los utilizan tienen efectos favorables a lago plazo, ya que se trata de una enfermedad crónica progresiva que no tiene cura.

Por ello, en la actualidad, la herramienta más poderosa que posee la medicina es la prevención, la que debe comenzar mucho antes de la aparición de síntomas, apostando siempre porten envejecimiento cerebral saludable donde la lave está en mantener un estilo de vida activo, una dieta balanceada y saludable, un mayor nivel educacional, participas- de actividades sociales y evitar el consumo de alcohol y cigarrillos.

“Lo que está comprobado que funciona es mantener la actividad física y los hábitos saludables que implican mantenerse activo, caminar, no perder masa muscular para evitar las caídas o lesiones, además de prevenir o tratar los factores de riesgo cardiovascular vale decir la diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, tabaquismo; junto a tener un buena vida social, mantener la lectura, escritura, hacer juegos de memoria, en definitiva ‘hacer cosas’ y tratar los trastornos del ánimo porque también son un factor de riesgo para las demencias general”, explica la doctora Henríquez.

Todo ello es beneficioso tanto para la persona enferma como también para el grupo familiar, considerando el deterioro que ala vez sufren los cuidadores de las personas con alguna forma de demencia. “Algo que pasa mucho con los hijos es que no asumen la enfermedad de sus padres y tienden a minimizar los síntomas y eso incluso pone en riesgo al paciente porque lo dejan solo, ose enojan o lo confrontan cuando la persona presenta algún olvido y eso es muy angustiante para quien padece la enfermedad”, señala la médico familiar del Centro Kimünche, ya que al considerar que actualmente unas 200 mil personas viven con demencia y cada una de ellas vive en una familia compuesta por cuatro integrantes en promedio, hoy son casi un millón de personas las que pueden estar relacionadas con esta condición.

En promedio, las personas con Enfermedad de Alzheimer viven entre 3 y 11 años después del diagnóstico, pero algunas viven 20 años o más. La neumonía es una causa común de muerte debido a que la deglución deficiente permite que los alimentos o las bebidas ingresen a los pulmones, donde puede comenzar una infección. Otras causas comunes de muerte incluyen deshidratación, malnutrición, caídas y otras infecciones.

A pocas semanas de la conmemoración del Día Mundial del Alzheimer, instituido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para cada 21 de septiembre, se busca concientizar sobre esta enfermedad que afecta no sólo a los pacientes sino también a los cuidadores directos y familiares.

Como lo manifiestan los expertos, es vital no normalizar los “olvidos” y consultar lo más tempranamente posible, con el fin de favorecer un diagnóstico en etapas precoces del deterioro cognitivo, lo que redundará en una mejor calidad de vida.