Sociedad Chilena de Medicina Familiar

Cerca de cuatro días demora la derivación a una residencia sanitaria

Por Bárbara Morales M.

Desde el mes de marzo de 2020 la Organización  Mundial de la Salud, OMS, recomienda que la mejor medida para disminuir los contagios de Covid-19 es identificar los casos, testear y aislar. Argüían, desde ese entonces, que no se puede frenar una ola de contagios si es que no se conoce quienes ya están infectados con Covid-19 pues podrían estar llevando la enfermedad a sus propios familiares en sus casas.  A esto le llamaron, tratar de frenar la pandemia “a ciegas”.

Las condiciones que debe tener una vivienda – como habitación y  baño propio con ventilación adecuada, acceso a agua caliente para el lavado de ropa, entre otros – para lograr aislar efectivamente a un integrante Covid positivo del resto de la familia no se cumplen en la gran mayoría de los hogares chilenos.

Por esta razón, el Ministerio de Salud decide a comienzos de junio, reforzar la estrategia de las residencias sanitarias como medida para evitar la propagación del virus. Sin embargo la medida ha tenido algunos inconvenientes en su implementación.

El Dr. Jorge Fernández, Director del Cesfam Alfonso Leng, en la comuna de Providencia, en Santiago, y miembro de la Sociedad Chilena de Medicina Familiar, SOCHIMEF, explica al respecto: “Hemos apoyado el proceso de derivación hacia las residencias sanitarias, pero muy recientemente, sólo hace un par de semanas. Ha sido un proceso difícil, engorroso, lento pues la información en un inicio había que mandarla a distintas personas vía mail. Ahora podemos tener una duplicidad de solicitudes pues el Minsal realizó campaña donde cada paciente puede llamar a una línea 800, y a nosotros como Cesfam nos siguen pidiendo que derivemos a través de Servicio de Salud.”

Uno de los requisitos para acceder a una residencia sanitaria es tener el diagnóstico confirmado por coronavirus. Es el caso de Antonia, funcionaria de atención primaria de salud, que luego de recibir el resultado positivo al virus tuvo que esperar 5 días antes de poder instalarse en una residencia sanitaria de Santiago. “A pesar de haber estado todos esos días con el virus en mi propia casa, me pude confinar en mi dormitorio con todas las medidas de aislamiento que se recomiendan y hasta ahora mis papás, adultos mayores, afortunadamente no han presentado síntomas,” agrega.

Sin embargo, no todos tienen las mismas oportunidades ni condiciones de habitabilidad. En Coronel, región del Biobío, el promedio de espera para ser recibido o trasladado a una residencia es de alrededor de 4 días y, según expresó en Emol el Alcalde de la comuna, Boris Chamorro, “hay personas Covid positivo confirmado que deben ser trasladados a residencias sanitarias pero la respuesta de la autoridad sanitaria ha sido muy lenta y nos dijeron que prefieren irse a hacer sus cuarentenas a sus botes con tal de no contagiar a sus familias pues en sus casas no pueden cumplir las medidas de aislamiento.”

De esta forma, la pandemia vuelve a mostrarnos las desigualdades que existen en nuestro país. Si en Vitacura, el tamaño de las viviendas es de 106 metros cuadrados aproximadamente y vive un promedio de 3 personas en ellas, en Coronel – explica el director de salud municipal Alejandro Fernández – las casas tienen un promedio de 55 metros cuadrados, un baño y viven alrededor de 5 personas en ellas. Esta información es extremadamente relevante si revisamos las principales vías de contagio que han reportado países que comenzaron a tener los primeros casos de Covid-19 mucho antes que en nuestro país.

Por ejemplo, en China donde todo comenzó, con información preliminar se pudo constatar que la mayoría de los contagios se detectaron dentro de los hogares. La transmisión intradomiciliaria, según reporte de la Organización Mundial de la Salud, llega a un 78-85% para las provincias de Sichuan y Guangdong.[1] Es decir, de cada 10 personas portadoras de Covid-19, 8 de ellas se contagiaron en sus propias casas, a través de un familiar.

Por todo lo anterior, la estrategia de las residencias sanitarias es una medida urgente y debe seguir perfeccionando su gestión para acortar los tiempos de espera. Actualmente, según el Ministerio de Salud, hay 9.242 cupos totales para quienes no pueden hacer cuarentena en sus hogares, distribuidos en 138 residencias sanitarias en el país.

La Atención Primaria de Salud, APS, tiene las herramientas necesarias y el conocimiento de sus pacientes y sus hogares. Gracias al trabajo de los equipos interdisciplinarios de salud y la coordinación con el resto de los sectores municipales, están al tanto de las condiciones de habitabilidad de cada familia, por lo tanto, apenas exista la sospecha de un caso positivo – en hogares que no presentan las condiciones mínimas para aislar a un miembro de la familia – se podría ingresar la solicitud mientras se espera el resultado de la prueba  para SARS -COV-2.

[1] https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/who-china-joint-mission-on-covid-19-final-report.pdf?sfvrsn=fce87f4e_2

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